jueves, 30 de octubre de 2008

Los gritos del silencio

"Queremos paz" (lema contra el terrorismo esgrimido por nuestra Comunidad Educativa)

Hay sucesos que no necesitan comentarios. Hablan por sí mismos y obligan al silencio. Por lo que pudo haber sido y no fue. Afortunadamente.

miércoles, 29 de octubre de 2008

La familia Addams

“El dinero es mejor que la pobreza, aun cuando sólo sea por razones financieras” Woody Allen.
Retomo el rumbo del título que dirige esta cita virtual diaria. Y lo haré revisando el propio barco. Hoy me ha dado por pensar que quizá no está demasiado claro el referente del término 'económico', habida cuenta que, cuando se utiliza, se confunde con 'financiero' o 'monetario'. Evidentemente, los tres términos pertenecen al mismo campo semántico, pero las diferencias existentes entre ellos exigen ser matizadas.

Se está hablando largo y tendido sobre los efectos que la crisis financiera tendrá sobre la economía real. Pero, ¿qué es la economía real? Ciertamente el propio término parece señalar la posibilidad de una economía fantástica, como apuntaba sarcásticamente Juan José Millás, columnista habitual de El País y de Diario de Navarra, en uno de sus últimos artículos. Algo semejante a la dicotomía reinante entre la literatura realista y la literatura fantástica (aunque cuando salió a escena el realismo mágico se rompieron algunos esquemas y etiquetas).
La actividad económica real es la que se refiere a las decisiones de producción, intercambio, ahorro y consumo. Ahora bien, la condición de posibilidad de dicha actividad económica real es la existencia de una estructura financiera adecuada. Si se quiere profundizar en esta cuestión, recomiendo el libro de Mª Jesús Díaz titulado Cómo entender las finanzas de la empresa, en el que me he inspirado para escribir esta entrada de hoy.
La actividad financiera surge por la necesidad de intercambiar recursos en el tiempo. Ramón Tamames en su diccionario de términos económicos define las finanzas como "área de actividad en la cual el dinero es la base de las diversas realizaciones, sean inversiones en bolsa, en inmuebles, empresas industriales, construcción, desarrollo agrario, etc." Parecería concluirse entonces que financiero y económico serían sinónimos. Sin embargo, el término 'financiero' es más amplio en la medida en que tienen lugar muchas relaciones financieras en las que no comparece el dinero, sino que se utilizan otros instrumentos para sellar formalmente los intercambios.
En la relación financiera hay normalmente dos partes en liza: alguien que se obliga (el deudor) y alguien que adquiere un derecho en tanto que presta (acreedor). Esta relación toma cuerpo en un contexto de agentes económicos, familias o empresas, que toman decisiones de consumo e inversión y de ahorro. Por ejemplo, las familias reciben rentas por su intervención en la actividad económica. Y han de decidir qué destino tendrán esas rentas: consumo o ahorro. Ahora bien, pueden tener necesidad de un bien para el que no disponen de las recursos suficientes en el momento considerado. Una vivienda, pongamos por caso. La actividad financiera facilita que esa familia reciba los fondos necesarios para hacer frente a los pagos de ese bien. Esos fondos proceden en última instancia de otros agentes económicos que, por encontrarse en una situación excedentaria, han decidido depositar su dinero en una entidad financiera.
La conclusión es que las familias y las empresas son temporalmente deficitarias (necesitadas de recursos) o excedentarias (con recursos a su disposición) y tienen que tomar prestado o prestar para lograr sus objetivos económicos. Como podrá observarse es impensable un divorcio entre la actividad económica real y la actividad financiera, porque aquella necesita de ésta. Pero esa relación se produce también a la inversa, ya que el precio y la disposición de los medios financieros condicionan las decisiones individuales y colectivas de consumo y producción.

Cuando el intercambio se realiza en tiempos distintos, esto es, cuando un agente desea trasladar recursos hacia el futuro o desde el futuro, se hace uso de instrumentos financieros de crédito. Estos instrumentos pueden ser: documentos que formalizan préstamos o créditos, títulos hipotecarios, acciones, pólizas de seguros, deuda pública, etc. Todos estos productos reciben el nombre de activos financieros.

Cuando el intercambio de bienes se realiza en tiempos simultáneos se utilizan instrumentos financieros de pago: el dinero. Los medios de pago son básicamente dos: el dinero legal y el dinero bancario.

Para entender mejor estos conceptos vamos a acudir a un ejemplo. Los llamaremos familia Addams. Pongamos que su actividad habitual y fuente de renta no se sale de lo habitual: cultivan sólo las espinas de las rosas, negocio emergente y rentable, tienen como mascotas a unas plantas carnívoras, un raro gusto por los líquidos venenosos, y se relajan en la sala de torturas.
Nuestra encantadora familia formada por Gómez Addams (padre) y Morticia Addams (madre) y sus no menos encantadores retoños Pugsley y Miércoles viven en un unifamiliar de la costa oeste estadounidense, donde como todo el mundo sabe, los gustos de los consumidores se orientan hacia las espinas de las rosas. Su situación económica era, por tanto, desahogada.
Ahora bien, todo el mundo sabe que la matrícula en la Universidad de Harvard, sueño dorado de la pequeña Miércoles, no es precisamente una ganga. Por otro lado, con la subida de los precios del petróleo la inflación en la economía americana se ha disparado. Los costes del reparto a domicilio de las espinas han aumentado y los efectos de la crisis se empiezan a notar: sus vecinos, prototipo del Ninja sin complejos, han emigrado en busca de nuevas oportunidades y sus clientes, atenazados por el desempleo, han de prescindir de esos pequeños lujos que hacen que la vida sea digna de ser vivida, v.g., las espinas.
En esta situación, los Addams tienen varias posibilidades: la primera es convencer a la pequeña Miércoles de que la Universidad de Harvard ya no es lo que era. De hecho, sus cabezas pensantes no han dado con la solución a la cacareada crisis. Ni que decir tiene que Miércoles, encantadora pero testaruda como la que más, no acepta esta opción.
La segunda pasa por renunciar al consumo actual y apretarse el cinturón, esto es, ahorrar. Para ello, habrán de clausurar definitivamente la sala de torturas, verdadero ejemplo de derroche energético, y destinar casi la totalidad de los fondos obtenidos en su actividad habitual a abrir una cuenta a plazo. Eso sí, que incluya la cláusula de plena disposición de los fondos. Nunca se sabe dónde va a ir uno a parar y desde Keynes la vida no es igual. Queda todavía más claro que el dinero puede demandarse por precaución, extremo harto conocido por la abuela Addams, quien precisamente no frecuentó los ambientes de Harvard. En este momento, se ha establecido una relación financiera entre esta entidad bancaria y la familia Addams, que, en última término, sirve para formalizar los derechos y deberes que se establecen entre las dos partes. Este intercambio es intertemporal, se realiza en tiempos distintos. La familia vende las espinas ahora, y la dulce Miércoles obtendrá el recurso que le permitirá estudiar en Harvard con los gurús más reputados dentro de 8 años.
La tercera les llevará a la dura decisión de acudir al intermediario financiero más próximo y solicitar un préstamo. En este caso, también habrían de acudir al mismo intermediario financiero (o a distinto intermediario financiero en función de las condiciones que le ofertasen) y establecer una relación financiera intertemporal.
La cuarta será guardar el dinero debajo del colchón y ahorrar lo suficiente para que, llegado el momento, sea posible hacer el pago de la matrícula. Es de suponer que, para ese tiempo, la crisis ninja se habrá resuelto y todos habremos recuperado la confianza perdida en la Universidad de Harvard en particular y en el sistema financiero en general.
Y la pregunta del millón, qué es más importante para que todo funcione adecuadamente, ¿el sistema real o el financiero? Los Addams deben disponer de los recursos financieros necesarios para desarrollar la producción y el consumo. Pero si los Addams, sus vecinos Ninja y los demás honrados trabajadores afincados en las inmediaciones no obtienen productos y servicios reales y los distribuyen, se habrá incumplido el objetivo fundamental por el que la economía tiene sentido: la satisfacción de las necesidades.
Colorín, colorado, este cuento ¿se ha acabado?



martes, 28 de octubre de 2008

Delitos y faltas

"La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudique a otro: por eso, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites sólo pueden ser determinados por la ley" (art. 4 Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano)

Este cuaderno de bitácora lleva camino de perder su nombre original y terminar convirtiéndose en El jardín de senderos que se bifurcan, si se me permite pedir prestado el título a uno de mis autores favoritos, J. L. Borges. La actualidad, el temario que he de impartir, los intereses de mis alumnos y los míos y la vida misma se confabulan contra la falsa tranquilidad que confiere el sendero único. El hipervínculo probablemente sea la metáfora de la vida y siempre he considerado válido el adagio que afirma que Primum vivere, deinde philosophare.


Toda esta introducción es una suerte de justificación del tema que hoy pretendo traer a colación, que, como habrás podido anticipar, querido internauta, no es estrictamente económico. La inspiración me suele pillar evaluando o escuchando la radio y en esta ocasión ella ha ejercido de musa. Another brick in the wall, decía la estrofa del clásico de Pink Floyd (un grupo musical de la prehistoria, queridos y jóvenes alumnos). La banda sonora de mis pensamientos de hoy cuando he escuchado la enésima discusión acerca de la asignatura Educación para la ciudadanía. No quiero entrar en polémicas o en enconados debates. Lo que sí tengo absolutamente claro es que es necesaria una asignatura que explique a los escolares qué significa ser ciudadano. Porque no somos súbditos, sino ciudadanos. Y los ciudadanos viven en un estado de derecho, regulado por unas leyes (en sentido formal) que constituyen lo que se denomina ordenamiento jurídico.


Evidentemente no soy jurista y la explicación que yo pueda aportar en este foro de los rudimentos del ordenamiento jurídico encontraría muchos peros si se analizase desde una óptica excesivamente técnica. Sin embargo, sólo pretendo perfilar una aproximación somera que sirva al alumnado a situarse mínimamente en tanto que ciudadano. Para ello me he basado en un libro que recomiendo vivamente a los legos en Derecho titulado Curso de Derecho Privado de Beltrán et al. publicado en la editorial Tirant lo Blanch. No pretendo hacer publicidad a la firma que lo vende, sino ofrecer una referencia exacta.



El derecho tiene como funciones esenciales la regulación de las relaciones sociales y la solución de los conflictos que puedan plantearse. Ahora bien, es importante señalar que no todos las regulaciones o soluciones de los problemas son válidas sino sólo aquellas que sirvan para soportar la paz social. No se puede matar moscas a cañonazos.



El ordenamiento jurídico es el conjunto organizado de normas y principios jurídicos existentes en una sociedad en un determinado momento histórico. Hoy me dedicaré a examinar los principios jurídicos y, para no aburrir al auditorio dejaré para otro día el tema de las fuentes del derecho.

La palabra "ordenamiento" sugiere que las normas presentes en ese conjunto organizado son coherentes entre sí. Dicho de otro modo, aunque pudiera darse el caso de que dos o más normas previeran soluciones distintas para un mismo asunto, el ordenamiento jurídico cuenta con principios que permiten a los jueces resolver esas situaciones. Por otro lado, un sistema jurídico no debe tener lagunas: debe contar con los recursos necesarios para que el juez pueda dar solución a los problemas que se planteen.

Pero existen en el ordenamiento jurídico otros enunciados que lo constituyen y que no son normas estrictamente hablando. Es el caso de los principios (sociales, económicos y políticos) y los principios en sentido estricto que pueden ser materiales y formales. Voy a detenerme en este punto porque de su examen pueden extraerse interesantes enseñanzas.

Entre los principios formales hay que mencionar el de jerarquía normativa. Este principio implica que una norma inferior no puede contravenir una superior. El derecho laboral no puede establecer una ley que discrimine a las mujeres, porque conculcaría a la propia constitución.

Otro principio es el de legalidad que implica que todos los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento. El gobierno no puede hacer y deshacer a su antojo, arbitrariamente. Este principio me obliga como ciudadana a cumplir las leyes pero, al mismo tiempo, me protege de la tiranía. Por lo que cabe asegurar que está estrechamente relacionado con el principio democrático según el cual la "soberanía reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del estado". Somos ciudadanos y podemos participar en los asuntos públicos. Y podemos hacerlo directamente o por medio de los representantes, aunque normalmente se opta por una participación representativa: elegimos a quienes más se ajustan a nuestras opiniones, criterios o formas de entender la realidad. La confianza que depositamos en ellos no es un cheque en blanco: cada cuatro años se renueva. Y la experiencia muestra que a algunos no les es renovado el contrato.

Otro importante principio es el de seguridad jurídica que se traduce en la idea de que las normas han de ser ciertas, no dudosas. Para que el principio se lleve a efecto, los jueces han de poder conocer las normas y los ciudadanos deben saber a qué atenerse. La ignorancia no exime. Aunque yo desconociera que golpear a un menor es un delito, si lo hiciera, tendría que enfrentarme a la justicia penal. De todas formas, para que los ciudadanos conozcan cuáles son las normas que les obligan, han de ser publicitadas y han de ser retroactivas. Me detendré en este punto. Que una norma tenga carácter retroactivo quiere decir que si hace un año, cuando el rádar detectó mi falta, no era delito conducir a 150 km/h por una autopista, hoy, que sí lo es, no puedo ser sancionado por esa falta.

Los principios materiales son los de libertad, igualdad y dignidad de las personas. La libertad implica el reconocimiento de unas libertades y derechos fundamentales (derecho a la libertad de pensamiento, de culto, de opinión, etc). Nadie me puede inculpar por defender unas ideas, siempre que no atenten contra un derecho fundamental (por ejemplo, el derecho a la vida). No es admisible que alguien lance soflamas racistas o proterroristas so pretexto de ejercer la libertad de expresión.

La igualdad implica ausencia de privilegios ante la ley e igualdad de acceso a los bienes materiales que la sociedad ofrece. Todos tenemos el mismo derecho a subir al monte o a nadar en la playa, por ejemplo. En ocasiones, para cumplir con el principio de igualdad se produce la paradoja de tener que otorgar un tratamiento desigual a situaciones desiguales. Por ejemplo, como la mujer ha sufrido situaciones de desigualdad, con el sistema de cuotas se pretende disminuir el socavón.

Respirad. Quizás haya sido demasiado denso, pero es necesario introducirse en estas cuestiones. Es la única manera de dejar de ser súbditos y alcanzar el estatuto de ciudadano. Os lo tenéis merecido.




lunes, 27 de octubre de 2008

El código Pacioli

"Tristo è quel discepolo che non avanza il suo maestro". (Leonardo da Vinci, Codice Forster III)


El otro día en una de las entradas hacía alusión a un personaje que siempre me ha cautivado, Leonardo da Vinci. Últimamente ha sido objeto de reverencia general gracias a una obra discutida y discutible desde muchos puntos de vista, y que no pasa de ser un relato apto para un largo viaje en avión o en tren. No recomendable para otros medios de transporte. Begoña dixit. Me estoy refiriendo a El Código da Vinci. El peor libro que he leído en mucho tiempo, excepción hecha de Los pilares de la tierra, que, confieso, no acabé. Pero no voy a hablar en este momento de mis gustos literarios que, indudablemente, discurren por otros derroteros no necesariamente semejantes a los de mis lectores. Ni falta que les hace.



Tampoco es mi intención hablar de Da Vinci, sino de uno de sus maestros y colaboradores, Luca Pacioli (1445-1517). Su figura me atrae doblemente: por un lado, no puedo evitar cierta simpatía por aquellos que han tenido la suerte o la desgracia de compartir época con un genio. Al lado de éste, los posibles talentos de aquellos se difuminan hasta convertirse en siemples habilidades. En Amadeus, de Milos Forman, Salieri aparece retratado como un envidioso patológico que no duda en interponerse en el camino de Mozart, el genio. Para espíritus más sutiles, recomiendo la lectura de El Malogrado, de Thomas Bernhard, en el que el genio es el gran Glenn Gould, conocido por su magistral interpretación de las Variaciones Goldberg de Bach. Dudo mucho que Pacioli sufriera por la grandeza de su discípulo. La teoría romántica del genio no había entrado aún en escena. Pero, ésa es otra historia.

Por otro lado, Pacioli ejerce en mí la atracción propia de aquellos que inventan métodos o artilugios que, a pesar de su aparente sencillez, no son en modo alguno evidentes. Al serme explicado el método de la partida doble inmediatamente me dio por preguntarme qué clase de persona habría podido idear un sistema semejante o cuando menos, sistematizarlo, organizarlo, dotarlo de esas reglas que desesperan al estudiante que se inicia en la contabilidad. Esa persona resultó ser Pacioli; si bien el mérito no es completamente atribuible a su persona.

Hay un artículo (en italiano, se siente) de Carlo Antinori publicado en la Revista Española de Historia de la Contabilidad que resulta extremadamente clarificador. En él se explica cómo Pacioli en realidad fue el auténtico compilador de una serie de prácticas contables que venían siendo utilizadas en muchas partes de Italia durante los siglos XIII y XIV fundamentalmente. El verdadero valor del trabajo de Pacioli no reside en la originalidad de sus planteamientos, sino en la capacidad de haberlos sabido encuadrar en una suerte de corpus teórico abierto a otras ramas del conocimiento. Asimismo, Antinori aporta una serie de datos curiosos. Al inicio del 1200 en Italia, el conocimiento de aritmética se reducía a mínimos y casi toda la población apenas si se manejaba con las llamadas cuatro reglas. Una de las razones que explican este atraso es que todavía se seguía utilizando el sistema de numeración romano (que todos padecimos de niños y que, como se podrá suponer no resulta muy adecuado para operar con logaritmos neperianos, pongamos por caso). En esta situación resultaba difícilmente imaginable la posibilidad de llevar a cabo operaciones tan básicas como la multiplicación o la división.

Por otro lado, el material que se utilizaba para escribir estaba fabricado con pieles de animales que habían sido preparadas para el efecto en otros países. De tal forma que su uso era, además de caro, complicado en cuanto a su accesibilidad, dado que el número de animales era forzosamente limitado. Sin embargo, la necesidad aguza el ingenio y los intercambios comerciales con el norte de África y Oriente Medio obligan a idear métodos, si bien rudimentarios, de contabilidad.

En el año 1202, Leonardo de Pisa (Fibonacci) terminó su Liber Abaci en el que puso en conocimiento del mundo occidental la numeración indo-arábica basada en cifras, incluido el cero. De la misma forma, enseñó a resolver las cuatro operaciones y otros cálculos más complejos como él mismo había aprendido en uno de sus viajes a través de unos maestros locales. La difusión de este libro fue lenta (hay que recordar que la imprenta no había sido inventada). Sin embargo, el nacimiento de la contabilidad no es un hecho determinante en la aparición de la contabilidad. De hecho, es posible sumar y restar con la numeración romana y las bases matemáticas de esta disciplina no van mucho más allá de estas dos operaciones.

El otro acontecimiento importante fue la aparición del papel, lo que permitió llevar a cabo la contabilidad a un menor precio.

En el siglo XIV, sin embargo, se llevó la contabilidad a travé de métodos rudimentarios e incluso instrumentados con algo parecido al método de partida doble. La evolución se completó en el siglo XIV con la introducción del Libro Diario y el método de la partida doble finalmente aplicado con el uso de dos libros fundamentales: el Diario y el Mayor.

Luca Pacioli se encontraba en las mejores condiciones para aprender las reglas en las que se basaba el Método de Partida doble y las aprovechará para escribir el Tractatus XI y la Summa de Arithmética. Fue, por tanto, su primer divulgador.

Piacioli fue un digno hijo de su tiempo. Los hombres del Renacimiento se interesan por todos los logros humanos en cualquiera de sus múltiples manifestaciones. Los sienten como propios. Nada de lo humano les es ajeno. La búsqueda de la belleza, la perfección, el talento y la innovación, y de las reglas y cánones que los hacen posibles, lo invade todo. La filosofía, la ética, la estética y, sobretodo, la matemática se convierten en verdaderos objetos de culto para los renacentistas. Las obras de literatura, de poesía, de pensamiento, de pintura, de escultura, de arquitectura y de arte en general se multiplican dentro de un movimiento que se expande por toda Europa.

Desde esta perspectiva no es extraña su dedicación al estudio de la proporción áurea o como él mismo la designaba, la Proporción Divina. En su libro De Divina Proportione, ilustrado con grabados de Leonardo da Vinci, su avezado alumno, propone cinco razones por las que hay considerar al número áureo como divino. Para él, sin duda, el libro de la naturaleza estaba escrito en caracteres matemáticos. Habría de ser Galileo quien lo confirmase.

sábado, 25 de octubre de 2008

Good bye, Mao

"Aquel que gobierna por medio de su excelencia moral puede compararse a la estrella polar, que permanece en su sitio en tanto todas las demás estrellas se inclinan ante ella" (Confucio, filósofo chino, 551 a. c. a 479 a.c.)



Mis alumnos de 1º de Bachillerato están disfrutando estos días-al menos, eso espero- de una película alemana titulada Goodbye, Lenin, dirigida por Wolfgang Becker. Más allá de la historia individual de los personajes principales, este largometraje refleja, no sin ciertas dosis de crítica, el giro copernicano que debió de suponer para los habitantes del Berlín Oriental la caída del muro y la consiguiente instauración del capitalismo.


Las caídas son portadoras de un especial simbolismo en el imaginario occidental. Hay caídas bíblicas,- Adán y Eva, Pablo de Tarso, caídas históricas de magnitud imperial, v. g., la del Imperio Romano o la de Constantinopla. Independientemente de la índole positiva o negativa de las consecuencias que suceden a la caída, es indudable su capacidad de dividir el tiempo, su carácter fronterizo, de jano bifronte. Hay un antes y un después. A pesar de que el después no necesariamente sea mejor que el antes.



La caída del muro de Berlín responde perfectamente a esta descripción. En este sentido, una de las mayores virtudes de la película de Becker es haber sabido mostrar a través de una historia amable, los primeros momentos del después. La incertidumbre que sobreviene cuando los procederes, las categorías, incluso las certezas que han funcionado durante treinta años han de plegarse a la ideología de un capitalismo que fagocita todo lo que encuentra a su paso.
Sin embargo, no era mi intención dedicar la entrada de hoy a este tema. De hecho, hoy quería invitar a los lectores a viajar a un país que está, sin lugar a dudas, de moda (es decir, que los occidentales hemos decidido que existe y es digno de nuestra visita). Evidentemente, los Juegos Olímpicos de Pekín han permitido conocer algo mejor un país, que, para muchos de nosotros es un gran desconocido. La situación actual china no ha venido precedida de ninguna suerte de caída: antes bien, el régimen ha procedido a abrir sus puertas de forma moderatta, ma non troppo.



Creo que antes de abordar la cuestión es necesario repasar a vista de pájaro la historia de la China del siglo XX. Desgraciadamente, no puede consultar a mi asesora en estos temas, Sagrario Ripa, excelente profesora (a la que debo prácticamente todos mis conocimientos en historia)buena compañera y mejor amiga, pero intentaré hacerlo lo mejor que pueda.




China, gran imperio feudal, permaneció durante milenios prácticamente oculta a los ojos occidentales. Excepción hecha de algunos viajeros infatigables -que no turistas- como Marco Polo o nuestro Francisco de Javier o comerciantes que recorrían la llamada ruta de la seda. Su suerte cambió con el proceso de colonización europea del siglo XIX. Aunque no llegó a ser realmente una colonia, padeció la mayoría de los problemas de los países colonizados. Hay una película absolutamente recomendable de B. Bertolucci titulada El último emperador que narra la vida de Puyi, último emperador manchú. Puyi hubo de vivir la proclamación en 1911 de la primera república, y asistir a los constantes enfrentamientos entre dos grupos contrapuestos: los que pretendían modernizar el país y los sectores que habían gozado de un fuerte protagonismo durante el imperio. La situación se complicó todavía más con la invasión de sus vecinos japoneses en los años 30, razón ésta por la que los nipones no son universalmente amados en China.



La 2ª Guerra Mundial afectó a la China en la medida en que sus invasores fueron derrotados. Tras ésta, tuvo lugar una guerra civil entre los nacionalistas, liderados por Chiang Kai-Chek y los comunistas, encabezados por Mao Tse-Tung, que culminó con la victoria de estos últimos y la proclamación de la República Popular China en 1949.



La inspiración de Mao es fundamentalmente marxista pero su interpretación de la praxis revolucionaria dista en gran medida de la que se llevó a cabo en la URSS. Mao concedía una gran importancia al campesinado como clase revolucionaria. La acción de las masas era, en este sentido, más importante que el propio aparato del partido.



Mao hubo de emprender la tarea de reconstruir un país maltrecho tras la guerra civil. Tras solucionar lo urgente, sobrevino el período conocido como de las Cien Flores (1957) en el que buscó la colaboración de las clases medias y los intelectuales, pero las críticas de estos últimos contra el partido comunista provocaron una reacción represiva. A esta etapa siguió el Gran Salto Adelante (1958) en la que se llevó a cabo la socialización de la agricultura con la creación de comunas populares campesinas.



El trieno comprendido entre los años 65 y 69 se conoce como la Revolución Cultural. Probablemente lo más reseñable de este periodo fue la movilización de los llamados guardias rojos, que llevaron a cabo constantes ataques contra la cultura tradicional y los intelectuales. Es la época de la reeducación. Este año, en mi viaje (real) a China, tuve la suerte de escuchar la historia de uno de los guías que había sufrido el proceso.


En el 69 Mao decide desmovilizar a los guardias rojos y regorganizar el gobierno, con fuerte influencia de los militares.

Desde la muerte de Mao en 1976 y las reformas de su sucesor, Deng Xiaoping en 1978, el gobierno de la República Popular China ha abandonado en la práctica el maoísmo, para abrazar cada vez en mayor medida el credo capitalista, aunque el Pensamiento Mao Tse Tung sigue siendo, al menos sobre el papel, la ideología estatal. El Partido ha elaborado su peculiar reescritura del maoísmo: fue necesario para romper con el pasado feudal del país, pero se considera que a Mao "se le fue la mano" durante la Revolución Cultural. El punto de vista oficial es que China ha superado una fase económica y política, conocida como primera fase del socialismo, en la que el país se enfrenta a problemas nuevos y completamente diferentes a los que Mao tuvo que enfrentarse, por lo que las recetas de Mao ya no resultan eficientes. Grupos maoístas, consideran que esta reescritura de la definición del maoísmo es una justificación ideológica del capitalismo por Deng y sus sucesores.

Mucha gente en China continúa defendiendo el maoísmo revolucionario u ortodoxo, en contraste con la corrupción y el capitalismo existentes en la sociedad china actual. Algunos también consideran que la merma en el derecho al trabajo, educación, salud y otros logros de la revolución son el precipitado natural de la disolución en el capitalismo.



Es ésta precisamente la impresión que el turista mínimamente interesado se forma al intentar escudriñar la realidad china. Y es justamente ésa mi impresión. En un viaje relámpago de 15 días, pude entrever (que no ver) el descontento de una población que se queja de la dificultad de acceder a la educación universitaria, de un deficiente sistema de salud pública y de una regulación laboral inexistente. El Estado maoísta ha cedido, parece que gustosamente, su posición en el terreno económico al mercado en su versión más salvaje. Sin embargo, continúa siendo férrea la censura de los medios de comunicación, incluso de los contenidos de Internet (bien es cierto que con la connivencia de un conocido buscador con el que estoy en deuda por ofrecerme esta plataforma). Un Estado autoritario en lo tocante a las libertades individuales y comprometido con el laissez faire en lo relativo a la regulación del mercado. Probablemente, sean simplemente impresiones. No es fácil hacerse con la realidad de un país en tan poco tiempo, pero las lecturas de prensa posteriores me confirman que no debo de andar muy errada en el tiro. No quiero caer tampoco en el cliché.

Como muestra basten dos botones: en la parte superior, una fotografía en la calle Nanjing de Shangai, verdadero paseo por las nubes de las grandes firmas, y, en la inferior, una imagen tomada a las afueras de Guilin. Sobran las palabras.


jueves, 23 de octubre de 2008

Los otros

"Tener una moralidad es como haber adquirido un firme compromiso previo; porque debemos atenernos a los principios de la moralidad aunque sea en perjuicio propio” (J. Rawls, filósofo estadounidense).

Por razones obvias, no pude acudir ayer a la mañana a la mesa redonda/debate que bajo el sugestivo título de "Crisis alimentaria en África" y dentro del programa "África imprescindible" tuvo lugar en la UPNA.

La casualidad ha querido además que este mismo martes se inaugurara el ciclo de conferencias Codesarrollo 2008. Si a Picasso le había de pillar la inspiración trabajando, a mí, salvando les distancias, me encontrará evaluando. Es la razón por la que, bien a mi pesar, no pude acudir. La pena nace de que, recientemente, mientras navegaba por la red, me topé, con un clarificador artículo acerca de los efectos de la globalización. Su autor, Arcadi Oliveres, fue precisamente el encargado de inaugurar este ciclo. Me he tenido que conformar con leer una breve reseña, publicada en la prensa local, de las propuestas que este catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona presentó para alcanzar una verdadera solidaridad en tiempos de crisis.

"La crisis alimentaria es más grave, quizá, que la financiera". Menudo titular. Da que pensar. Sobre todo, en dónde se sitúa habitualmente el foco, porque lo que es evidente es que ambas crisis existen. Mis hermanos se reirían si me vieran acudir nuevamente a la cita de Berkeley que tanto me gusta usar "Ser es ser percibido". Absolutamente descontextualizada, lo admito, pero que ilustra a la perfección lo que quiero decir. Sólo existe, al menos para nosotros, sujetos del primer mundo, aquello que se percibe. De ahí la importancia de centrarse en el problema: luz y taquígrafos. De rescatarlo de esa maraña de acontecimientos que acaparan diariamente nuestra atención y nos adormecen. De la manida crisis. De los ninja, pese a su indudable gracia.

Como señalaba Oliveres, nunca está de más reivindicar la importancia de la buena información como paso previo a cualquier planteamiento solidario. De la buena, no de cualquier información, porque su consumo indiscriminado acaba por empachar.Y por eso, me parece que el artículo de Oliveres al que aludía más arriba (pínchese en autor), bien merece media hora de nuestra vida. Aunque sólo sea para percibir y, por consiguiente, para dotar de existencia real y significativa al padecimiento de miles de gentes que soportan las consecuencias de una especulación sin escrúpulos. Que llega a extender sus dominios incluso al terreno de los bienes primarios y estrictamente necesarios. Especulación que deja en mantillas a la inmobiliaria.

Y ya para completar el sermón de hoy, quiero hacer alusión a una noticia que me ha llegado de la Fundación Entorno cuyo titular es esperanzador: "La venta de productos de Comercio Justo se refuerza frente a los productos tradicionales". En el artículo se asegura que, aunque la crisis también ha afectado a las ventas, en comparación con los productos tradicionales el descenso ha sido significativamente menor. La explicación hay que buscarla en un hecho que ya detecto una de mis alumnas aventajadas, Nora, y es la importancia de la fidelización al cliente. Sólo que en este caso, la fidelización nace, más que de los esfuerzos del oferente, Intermon Oxfam, de los compromisos éticos del demandante. Un golpe bajo al homo oeconomicus.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Cosas que nunca te dicen

"Son nuestras sociedades occidentales las que han hecho, muy recientemente, del hombre "un animal económico", pero todavía no somos todos seres de este tipo. En nuestras masas y nuestras elites, es costumbre normal el gasto puro e irracional y todavía es la característica de algunos fósiles de nuestra nobleza. El homo economicus no es nuestro antepasado, es nuestro porvenir, al igual que el hombre de la moral y del deber, al igual que el hombre de ciencia y de razón. El hombre, durante mucho tiempo ha sido otra cosa. Hace sólo poco tiempo que es una máquina complicada con una máquina de calcular" (M. Mauss, Antropólogo al que se atribuye la paternidad de la "etnología francesa" )


Recibo un correo electrónico con un interesante enlace que da cuenta de un no menos interesante debate en el campo de la antropología. Dado que el remitente es buen lector, y, además, se ha paseado por aquí, lo interpreto como una insinuación de que este cuaderno de bitácora está impregnado de compromisos teóricos antropológicos que quizás fuera necesario explicitar. Recojo el guante, aunque no sé si seré capaz de estar a la altura del reto.


Ciertamente, el título de esta página contiene la palabra 'economía' y parece obvio que ella debe ser el tema que aporte el hilo conductor a sus diferentes entradas. Ahora bien, siempre me ha parecido falaz la excesiva compartimentación de las ciencias: al fin y al cabo, como señalaba Aristóteles, todas responden al mismo objetivo: satisfacer el humano, demasiado humano, deseo de saber. "Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo de saber", es la primera frase de su Metafísica. Prometedor principio de un libro que cumple y supera todas las expectativas.

La economía se nutre de otras ciencia y alimenta a su vez otros saberes. De ahí, que hablar de antropología en un blog dedicado a economía no debería, en principio, sonar raro. El objeto primero de estudio de la antropología es el otro, el extraño, el diferente, sus modos de pensar, de sentir, de actuar. Cuando los alumnos de primero de Bachillerato se introducen en el estudio de la economía, escuchan que las actividades humanas pueden ser económicas o no económicas. En esa medida, dichas actividades económicas devienen indirectamente objeto de la antropología.


El ser humano establece una relación con la naturaleza para dar cuenta de sus necesidades, para sobrevivir. Ahora bien, la forma de hacerlo ha generado un polémico debate cuya consecuencia final ha sido dividir a la llamada antropología económica en dos métodos contrapuestos.

Uno, el llamado enfoque formalista, dedicado a explicar el comportamiento económico del hombre mediante un proceso racional de uso de medios escasos en fines alternativos. Otro, conocido como sustantivista, argumenta que lo importante es la relación que tiene el hombre con el medio ambiente natural, dando como resultado la satisfacción de necesidades materiales.



Los manuales de economía al uso están comprometidos en mayor o menor medida, aunque no lo hagan explícito en sus páginas, con el enfoque formalista. El principal problema económico, se asegura, es la escasez: los recursos son escasos y las necesidades ilimitadas. Se habla también del poder del mercado, considerándolo como un intercambio voluntario, donde cada parte intenta maximizar su beneficio particular. La misma naturaleza del mercado promueve su autorregulación. De alguna manera, considera a la economía como un sistema autónomo, independiente de los otros aspectos de la vida social.


Según lo entiendo, el formalista asegura que la naturaleza humana siempre intenta economizar-maximizar todo: el tiempo, la energía, la salud, el amor. En definitiva, esta teoría se convierte, para los formalistas , en una manera de expresar todo comportamiento humano. Lo económico impregna hasta la médula el comportamiento humano, de tal forma que puede asegurarse que no se limita a ser una institución: el propio comportamiento es económico. De ahí que se asegure que los formalistas consideren al ser humano como homo oeconomicus.

Por contra, la perspectiva sustantivista sostiene que la economía “está incrustada y enredada en instituciones económicas y no económicas”. Su máximo exponente es Polanyi. Desde este punto de vista, se concibe al hombre como un ser total, con distintas necesidades, cuyas decisiones no sólo dependen de la escasez de los medios, pues hay otras instituciones que regulan e intervienen en su comportamiento.



El formalismo tiene como condición de posibilidad la consideración del hombre como homo oeconomicus. Mediante esa expresión se designa una abstracción conceptual o, mejor, un modelo y una previsión que hace la ciencia económica sobre el modelo de comportamiento humano perfectamente racional, que es definido por tres características básicas: el homo economicus se perfila como “maximizador” de sus elecciones, racional en sus decisiones y egoísta en su comportamiento. Homo calculator, cabría decir.

Los sustantivistas afirman que no todas las decisiones del hombre son dependientes de los medios escasos, ni tienen por qué ser racionales.

Los formalistas se declaran partidarios de aplicar la teoría económica a todas las sociedades. En cambio, para los sustantivistas, la teoría económica no es de aplicación general sino particular,sustantiva, es decir, propia únicamente de la sociedad occidental. Consideran que no se puede concebir la perspectiva formalista sin la existencia de un sistema de mercado con precios; que el individuo elige sin basarse necesariamente en la búsqueda del máximo beneficio. Pero, sin duda, lo fundamental, que la economía está inserta en otras instituciones: en la religión, en las relaciones de parentesco, en los valores culturales y morales, en la política, etc.


Es una discusión interesante y de gran raigambre filosófica, los formalistas en el fondo presuponen que la "naturaleza humana", entendida como decisión racional maximizadora, es la misma en todas partes. Los sustantivistas, en cambio, consideran que no se puede separar la acción económico de su contexto histórico o social. No pretenden estas líneas dilucidar cuál de estos enfoques es el más adecuado. Basta con informar de su existencia. No es poco.

martes, 21 de octubre de 2008

El efecto mariposa

"Si agita hoy, con su aleteo, el aire de Pekín, una mariposa puede modificar los sistemas climáticos de Nueva York el mes que viene"
J. Gleick


Pertenezco a la generación que suspiró por ser un JASP (joven aunque sobradamente preparado), acrónimo que popularizó una conocida marca automovilística hoy afectada por la ubicua crisis. Eran otros tiempos: los felices noventa, surcados por crisis que se quedan en inocentes badenes si se comparan con la madre de todas las crisis.

En los primeros años de este siglo, lo que se llevó fue ser NINJA. Y no me estoy refiriendo al grupo especial de mercenarios entrenados para realizar los trabajos más sucios en el Japón de hace dos mil años. Ni mucho menos a las famosas tortugas ninja adolescentes mutantes, ahí es nada, que respondían a nombres situados en las antípodas de sus actividades habituales, nada artísticas, como Donatello, Michelangelo, Leonardo y Raphael.

NINJA es, sin duda, el acrónimo de moda. Fue acuñado por el hoy famosísimo ingeniero y ex-profesor del IESE Leopoldo Abadía, que haciendo uso de la herramienta más potente de análisis con que cuenta el ser humano (y, por cierto, la menos utilizada), el sentido común, intenta explicar la crisis económica actual. No Incomes, No Jobs and Assets, es decir, NINJA. Traducido: sin ingresos, sin trabajo y sin activos. A todas luces, una bomba de relojería. Un torpedo en la línea de flotación de un sistema financiero que pone en bandeja de plata la posibilidad de lograr una rentabilidad inmediata a algunos inversores y entidades financeras que no se arredran ante los riesgos.

La explicación que Abadía propone para la crisis es abrumadoramente simple. Tómese un nutrido grupo de Ninjas deseosos de consumir, unos bancos deseosos de obtener beneficios a corto plazo y que titulizan los créditos concedidos a los anteriores, un sistema financiero que facilita la transmisión de los riesgos y que cuenta con la privilegiada correa de transmisión que supone la globalización, que no conoce fronteras. Agítese a los Ninjas hasta la morosidad. Espérese unos meses antes de servir y podrá degustarse un fabuloso y elaborado plato apto para todos los paladares. Si se desea escuchar la explicación del propio autor púlsese aquí y aquí.

Es difícil, para una lega en física como yo, no pensar en el efecto mariposa cuando se habla de esta crisis. El sistema financiero, como sistema caótico, en el que las variables cambian de forma compleja y errática, haciendo imposible hacer predicciones más allá de un determinado punto. Aunque a partir de ahora haya que hablar del efecto ninja.

P.S. En cualquier caso, adjunto una explicación de la crisis, que no es propia, de la que no me hago responsable, pero que puede ayudar (al menos a afrontar el mal tiempo con buena cara).
La historia es la siguiente:
1. Durante años, los tipos de interés vigentes en los mercados financieros internacionales han sido excepcionalmente bajos.
2. Esto ha hecho que los Bancos hayan visto que el negocio se les hacía más pequeño:
a. Daban préstamos a un bajo interés
b. Pagaban algo por los depósitos de los clientes (cero si el depósito está en cuenta corriente y, si además, cobran Comisión de Mantenimiento, pagaban “menos algo”)
c. Pero, con todo, el Margen de Intermediación (“a” menos “b”) decrecía
3. A alguien, entonces, en América, se le ocurrió que los Bancos tenían que hacer dos cosas:
a. Dar préstamos más arriesgados, por los que podrían cobrar más intereses
b. Compensar el bajo Margen aumentando el número de operaciones (1000 x poco es más que 100 x poco)
4. En cuanto a lo primero (créditos más arriesgados), decidieron:
a. Ofrecer hipotecas a un tipo de clientes, los “ninja” (no income, no job, no assets; o sea,personas sin ingresos fijos, sin empleo fijo, sin propiedades)
b. Cobrarles más intereses, porque había más riesgo
c. Aprovechar el boom inmobiliario que había en el mercado norteamericano
d. Además, llenos de entusiasmo, decidieron conceder créditos hipotecarios por un valor superior alvalor de la casa que compraba el ninja, porque, con el citado boom inmobiliario, esa casa, en pocos meses, valdría más que la cantidad dada en préstamo.
e. A este tipo de hipotecas, les llamaron “hipotecas subprime”
i.Se llaman “hipotecas prime” las que tienen poco riesgo de impago. En una escala de clasificación entre 300 y 850 puntos, las hipotecas prime están valoradas entre 850 puntos las mejores y 620 las menos buenas.
ii.Se llaman “hipotecas subprime” las que tienen más riesgo de impago y están valoradas entre 620 las menos buenas y 300, las malas.
f. Además, como la economía americana iba muy bien, el deudor hoy insolvente podría encontrar trabajo y pagar la deuda sin problemas.
g. Este planteamiento fue bien durante algunos años. En esos años, los ninja iban pagando los plazos de la hipoteca y, además, como les habían dado más dinero del que valía su casa, se habían comprado un coche, habían hecho reformas en la casa y se habían ido de vacaciones con la familia. Todo ello, seguramente, a plazos, con el dinero de más que habían cobrado y, en algún caso, con lo que les pagaban en algún empleo o chapuza que habían conseguido.
5. 1er. comentario: creo que, hasta aquí, todo está muy claro y también está claro que cualquier persona consentido común, aunque no sea un especialista financiero, puede pensar que, si algo falla, el batacazo puede ser importante.
6. En cuanto a lo segundo (aumento del número de operaciones):
a. Como los Bancos iban dando muchos préstamos hipotecarios, se les acababa el dinero. La solución fue muy fácil: acudir a Bancos extranjeros para que les prestasen dinero, porque para algo está la globalización. Con ello, el dinero que yo, hoy por la mañana, he ingresado en la Oficina Central de la Caja de Ahorros de San Quirico de Safaja puede estar esa misma tarde en Illinois, porque allí hay un Banco al que mi Caja de Ahorros le ha prestado mi dinero para que se lo preste a un ninja. Por supuesto, el de Illinois no sabe que el dinero le llega desde mi pueblo, y yo no sé que mi dinero, depositado en una entidad seria como es mi Caja de Ahorros, empieza a estar en un cierto riesgo. Tampoco lo sabe el Director de la Oficina de mi Caja, que sabe ‐y presume‐ de que trabaja en una Institución seria. Tampoco lo sabe el Presidente de la Caja de Ahorros, que sólo sabe que tiene invertida una parte del dinero de sus inversores en un Banco importante de Estados Unidos.
7. 2º comentario: la globalización tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes, y sus peligros. La gente de San Quirico no sabe que está corriendo un riesgo en Estados Unidos y cuando empieza a leer que allí se dan hipotecas subprime piensa: “¡Qué locuras hacen estos americanos!”
8. Además, resulta que existen las “Normas de Basilea”, que exigen a los Bancos de todo el mundo que tengan un Capital mínimo en relación con sus Activos. Simplificando mucho, el Balance del Banco de Illinois es:
ACTIVOPASIVODinero en CajaCréditos concedidos
TOTAL X millones Dinero que le han prestado otros Bancos Capital Reservas
TOTAL X millones
Las Normas de Basilea exigen que el Capital de ese Banco no sea inferior a un determinado porcentaje del Activo.
Entonces, si el Banco está pidiendo dinero a otros Bancos y dando muchos créditos, el porcentaje de Capital sobre el Activo de ese Banco baja y no cumple con las citadas Normas de Basilea.
9. Hay que inventar algo nuevo. Y eso nuevo se llama Titulización: el Banco de Illinois “empaqueta” las hipotecas ‐prime y subprime‐ en paquetes que se llaman MBS (Mortage Backed Securities, o sea, Obligaciones garantizadas por hipotecas). O sea, donde antes tenia 1.000 hipotecas “sueltas”, dentro de la Cuenta “Créditos concedidos”, ahora tiene 10 paquetes de 100 hipotecas cada uno, en los que hay de todo, bueno (prime) y malo (subprime), como en la viña del Señor.
10. El Banco de Illinois va y vende rápidamente esos 10 paquetes:
a. ¿Dónde va el dinero que obtiene por esos paquetes? Va al Activo, a la Cuenta de“Dinero en Caja”, que aumenta, disminuyendo por el mismo importe la Cuenta“Créditos concedidos”, con lo cual la proporción Capital/Créditos concedidos mejora yel Balance del Banco cumple con las Normas de Basilea.
b. ¿Quién compra esos paquetes y además los compra rápidamente para que el Banco deIllnois “limpie” su Balance de forma inmediata? ¡Muy buena pregunta! El Banco deIllinois crea unas entidades filiales, los conduits, que no son Sociedades, sino trusts ofondos, y que, por ello no tienen obligación de consolidar sus Balances con los delBanco matriz. Es decir, de repente, aparecen en el mercado dos tipos de entidades:
i.El Banco de Illinois, con la cara limpia
ii.El Chicago Trust Corporation (o el nombre que lequeráis poner), con el siguiente Balance:
ACTIVOPASIVOLos 10 paquetes de hipotecasCapital: lo que ha pagado por esos paquetes
11. 3er. comentario: Si cualquier persona que trabaja en la Caja de Ahorros de San Quirico, desde elPresidente al Director de la Oficina supiera algo de esto, se buscaría rápidamente otro empleo.Mientras tanto, todos hablan en Expansión de sus inversiones internacionales, de las que ya veisque no tienen la más mínima idea.
12. ¿Cómo se financian los conduits? En otras palabras, ¿de dónde sacan dinero para comprar alBanco de Illinois los paquetes de hipotecas? De varios sitios:
a. Mediante créditos de otros Bancos (4º Comentario: La bola sigue haciéndose más grande)
b. Contratando los servicios de Bancos de Inversión que pueden vender esos MBS aFondos de Inversión, Sociedades de Capital Riesgo, Aseguradoras, Financieras,Sociedades patrimoniales de una familia, etc. (5º Comentario: fijaos que el peligro se nos va acercando, no a España, sino a nuestra familia, porque igual, animado por el Director de la oficina de San Quirico, voy y meto mi dinero en un Fondo de Inversión)
c. Lo que pasa es que, para ser “financieramente correctos”, los conduits o MBS tenían que ser bien calificados por las agencias de rating, que dan calificaciones en función dela solvencia. Estas calificaciones dicen: “a esta empresa, a este Estado, a esta organización se le puede prestar dinero sin riesgo”, o “tengan cuidado con estos otros porque se arriesga usted a que no le paguen”.
d. Incluyo aquí lo que decía el vocablo “Rating” de este Diccionario, para que lo tengáistodo en el mismo bloque:
RATING. Calificación crediticia de una Compañía o una Institución, hecha por unaagencia especializada. En España, la agencia líder en este campo es Fitch Ratings.
Los niveles son:AAA, el máximoAAABBBBBOtros, pero son muy malos
En general:Un Banco o Caja grande suele tener un rating de AAUn Banco o Caja mediano, un rating de A
e. Las Agencias de rating otorgaban estas calificaciones o les daban otros nombres, mássofisticados, pero que, al final, dicen lo mismo:
Llamaban:
Investment grade a los MBS que representaban hipotecas prime, o sea, las de menosriesgo (serían las AAA, AA y A)
Mezzanine, a las intermedias (supongo que las BBB y quizá las BB)
Equity a las malas, de alto riesgo, o sea, a las subprime, que, en este tinglado, son lasprotagonistas
f. Los Bancos de Inversión colocaban fácilmente las mejores (investment grade), ainversores conservadores, y a intereses bajos.
g. Otros gestores de Fondos, Sociedades de Capital Riesgo, etc, más agresivos.pretendían obtener, a toda costa, rentabilidades más altas, entre otras razones porqueesos señores cobran el bonus de final de año en función de la rentabilidad obtenida.
h. Problema: ¿Cómo vender MBS de los malos a estos últimos gestores sin que se noteexcesivamente que están incurriendo en riesgos excesivos?
i.6º Comentario: La cosa se complica y, por supuesto, los de la Caja de Ahorros de SanQuirico siguen haciendo declaraciones en Expansión felices y contentos, hablando de labuena marcha de la economía y de la Obra Social que están haciendo.
j.Algunos Bancos de Inversión lograron, de las Agencias de Rating una recalificación (unre‐rating, palabro que no existe, pero que sirve para entendernos)
k. El re‐rating es un invento para subir el rating de los MBS malos, que consiste en:
i.Estructurarlos en tramos, a los que les llamantrances, ordenando, de mayor a menor, la probabilidad de un impago, y conel compromiso de priorizar el pago a los menos malos. Es decir:
1.
Yo compro un paquete de MBS, en el que me dicen que los tresprimeros MBS son relativamente buenos, los tres segundos, muyregulares y los tres terceros, francamente malos. Esto quiere decirque he estructurado el paquete de MBS en tres tranches elrelativamente bueno, el muy regular y el muy malo.
2.
Me comprometo a que si no paga nadie del tranche muy malo (ocomo dicen estos señores, si en el tramo malo incurro en default),pero cobro algo del tranche muy regular y bastante delrelativamente bueno, todo irá a pagar las hipotecas del trancherelativamente bueno, con lo que, automáticamente, este tranchepodrá ser calificado de AAA.
3.
(7º Comentario: En los “Comentarios de Coyuntura Económica delIESE”, de Enero 2008, de los que he sacado la mayor parte de lo queos estoy diciendo, le llaman a esto “magia financiera”)
ii.
Para acabar de liar a los de San Quirico, estos MBSordenados en tranches fueron rebautizados como CDO (Collateralized DebtObligations, Obligaciones de Deuda Colateralizada), como se les podía haberdado otro nombre exótico.
iii.
No contentos con lo anterior, los magos financieroscrearon otro producto importante: los CDS (Credit Default Swaps) En estecaso, el adquirente, el que compraba los CDO, asumía un riesgo de impagopor los CDO que compraba, cobrando más intereses. O sea, compraba el CDOy decía: “si falla, pierdo el dinero. Si no falla, cobro más intereses.”
iv.
Siguiendo con los inventos, se creó otroinstrumento, el Synthetic CDO, que no he conseguido entender, pero quedaba una rentabilidad sorprendentemente elevada.
v.Más aún: los que compraban los Synthetic CDOpodían comprarlos mediante créditos bancarios muy baratos. El diferencialentre estos intereses muy baratos y los altos rendimientos del Synthetic hacíaextraordinariamente rentable la operación.
13. Al llegar aquí y confiando en que no os hayáis perdido demasiado, quiero recordar una cosaque es posible que se os haya olvidado, dada la complejidad de las operaciones descritas: quetodo está basado en que los ninjas pagarán sus hipotecas y que el mercado inmobiliarionorteamericano seguirá subiendo.
14. PERO:a. A principios de 2007, los precios de las viviendas norteamericanas se desplomaron.
b. Muchos de los ninjas se dieron cuenta de que estaban pagando por su casa más de loque ahora valía y decidieron (o no pudieron) seguir pagando sus hipotecas.
c. Automáticamente, nadie quiso comprar MBS, CDO, CDS, Synthetic CDO y los que ya lostenían no pudieron venderlos.
d. Todo el montaje se fue hundiendo y un día, el Director de la Oficina de San Quiricollamó a un vecino para decirle que bueno, que aquel dinero se había esfumado, o, enel mejor de los casos, había perdido un 60 % de su valor.
e. 8º Comentario: Vete ahora a explicar al vecino de San Quirico lo de los ninjas, el Bankde Illinois y el Chicago Trust Corporation. No se le puede explicar por varias razones: lamás importante, porque nadie sabe dónde está ese dinero. Y al decir nadie, quierodecir NADIE.
f. Pero las cosas van más allá. Porque nadie ‐ni ellos‐ sabe la porquería que tienen losBancos en los paquetes de hipotecas que compraron, y como nadie lo sabe, los Bancosempiezan a no fiarse unos de otros.
g. Como no se fían, cuando necesitan dinero y van al MERCADO INTERBANCARIO, que esdonde los Bancos se prestan dinero unos a otros, o no se lo prestan o se lo prestancaro. El interés a que se prestan dinero los Bancos en el Interbancario es el Euribor(Europe Interbank Offered Rate, o sea, Tasa de Interés ofrecida en el mercadointerbancario en Europa), tasa que, como podéis ver en el vocablo EURIBOR A 3MESES de este Diccionario, ha ido subiendo (ahora está empezando a bajar.)
h. Por tanto, los Bancos ahora no tienen dinero. Consecuencias:
i.
No dan créditos
ii.
No dan hipotecas, con lo que los Astroc, RentaCorporación, Colonial, etc., lo empiezan a pasar mal, MUY MAL. Y losaccionistas que compraron acciones de esas empresas, ven que lascotizaciones de esas Sociedades van cayendo vertiginosamente.
iii.
El Euribor a 12 meses, que es el índice de referenciade las hipotecas, ha ido subiendo (v. Vocablo EURIBOR A 12 MESES en esteDiccionario), lo que hace que el español medio, que tiene su hipoteca,empieza a sudar para pagar las cuotas mensuales. (Ahora ha empezado abajar)
iv.
Como los Bancos no tienen dinero,
1.
Venden sus participaciones en empresas2.
Venden sus edificios3.
Hacen campañas para que metamos dinero, ofreciéndonos mejoresc ondiciones
v.
Como la gente empieza a sentirse apretada por el pago de la hipoteca, va menos al Corte Inglés.
vi.
Como el Corte Inglés lo nota, compra menos al fabricante de calcetines de Mataró, que tampoco sabía que existían los ninja.
vii.
El fabricante de calcetines piensa que, como vendemenos calcetines, le empieza a sobrar personal y despide a unos cuantos.
viii.
Y esto se refleja en el índice de paro,fundamentalmente en Mataró, donde la gente empieza a comprar menos enlas tiendas.
15. Esto es un Diccionario de vocablos. Lo que pasa es que el vocablo “Crisis 2007‐2008” es muyserio. El título puede inducir a error, pensando que la crisis se va a acabar en 2008. Ahora vieneotra pregunta: “¿Hasta cuándo va a durar esto?
16. Pues muy buena pregunta, también. muy difícil de contestar, por varias razones:
a. Porque se sigue sin conocer la dimensión del problema (las cifras varían de 100.000 a500.000 millones de dólares)
b. Porque no se sabe quiénes son los afectados. No se sabe si mi Banco, el de toda lavida, Banco serio y con tradición en la zona, tiene mucha porquería en el Activo. Lomalo es que mi Banco tampoco lo sabe.
c. Cuando, en América, las hipotecas no pagadas por los ninja se vayan ejecutando, osea, los Bancos puedan vender las casas hipotecadas por el precio que sea, algovaldrán los MBS, CDO, CDS y hasta los Synthetic.d. Mientras tanto, nadie se fía de nadie.
17. 9º Comentario:
a. Alguien ha calificado este asunto como “la gran estafa”
b. Otros han dicho que el Crack del 29, comparado con esto, es un juego de niñas en elpatio de recreo de un convento de monjas
c. Bastantes, quizá muchos, se han enriquecido con los bonus que han ido cobrando.Ahora, se quedarán sin empleo, pero tendrán el bonus guardado en algún lugar, quizáen un armario blindado, que es posible que sea donde esté más seguro y protegido deotras innovaciones financieras que se le pueden ocurrir a alguien.
d. Las autoridades financieras tienen una gran responsabilidad sobre lo que ha ocurrido. Las Normas de Basilea, teóricamente diseñadas para controlar el sistema, han estimulado la TITULIZACIÓN hasta extremos capaces de oscurecer y complicar enormemente los mercados a los que se pretendía proteger.
e. Los Consejos de Administración de las entidades financieras involucradas en este gran fiasco, tienen una gran responsabilidad, porque no se han enterado de nada. Y ahí incluyo el Consejo de Administración de la Caja de Ahorros de San Quirico.
f. Algunas agencias de rating han sido incompetentes o no independientes respecto a susclientes, lo cual es muy serio
18. Fin de la historia (por ahora): los principales Bancos Centrales (el Banco Central Europeo, la Reserva Federal norteamericana) han ido inyectando liquidez monetaria para que los Bancospuedan tener dinero.
19. Hay expertos que dicen que sí que hay dinero, pero que lo que no hay es confianza. O sea, que la crisis de liquidez es una auténtica crisis de no fiarse del prójimo.
20. Mientras tanto, los FONDOS SOBERANOS, o sea, los Fondos de inversión creados por Estados con recursos procedentes del superávit en sus cuentas, (procedentes principalmente del petróleo y del gas) como los Fondos de los Emiratos árabes, países asiáticos, Rusia, etc., están comprando participaciones importantes en Bancos americanos para sacarles del atasco en quese han metido.
21. Lógicamente, seguirá la historia en las actualizaciones mensuales de este Diccionario.

El secreto de mi éxito

"Una tecnología intermedia, una tecnología con rostro humano, en realidad es posible, es viable y reintegra al ser humano, con sus manos habilidosas y su cerebro creativo, dentro del proceso productivo. Sirve a la producción por las masas en lugar de a la producción masiva" (E. F. Schumacher, Lo pequeño es hermoso)


El tercer tema del programa de Economía y Organización de Empresas lleva por título "el crecimiento de la empresa". A modo de aperitivo, mis alumnos pudieron descubrir a través de un vídeo uno de los secretos empresariales mejor guardados: la estrategia de expansión del grupo Inditex. Bajo el paraguas de este nombre se guarecen marcas tan conocidas como Zara, Pull & Bear, Massimo Dutti y Bershka.

La casualidad ha hecho que hoy, cuando recababa información para mi entrada de mañana que, por aclamación popular y recomendación paulina, será la crisis Ninja, me topase con el siguiente enlace: http://www.elblogsalmon.com/2008/10/20-los-secretos-del-exito-de-zara

Hace tiempo leí un libro delicioso (adjetivo que no suele sentar muy bien a los libros de economía) escrito por E. F. Schumacher titulado Lo pequeño es hermoso. Hay un párrafo que en su día subrayé que asegura que "El hombre es pequeño y por lo tanto, lo pequeño es hermoso. Perseguir el gigantismo es buscar la autodestrucción". No me considero una experta en la historia de Inditex, doctores tiene la Universidad de Harvard, pero aún a riesgo de equivocarme diré que intuyo que parte de su éxito se debe a haber sabido entender esta idea: es necesario crecer armoniosamente sin buscar el gigantismo, sabiendo que el hombre, el cliente, es la medida última de todas las cosas.

Me quedo con la frase "los que conocen al sector y a esta empresa saben qué hace para tener tanto éxito, aunque no necesariamente cómo lo hace". Elemental, querido Watson.

sábado, 18 de octubre de 2008

Algunos hombres buenos

"The basic idea was that if a country put its economy as an integrated piece of the world system, that it would benefit from that with economic growth. I concur with that basic view" (J. Sachs)

Comienzo mi entrada de hoy con el capítulo de fe de erratas. El rigor sintáctico es uno de los imperativos que deben regir este cuaderno de bitácora y, en su última entrada, había una falta, espero que perdonable, de concordancia entre un sujeto y un predicado. Lo correcto es afirmar que "los acontecimientos desdibujan" y no "desdibuja". Intentaré no incurrir en el error del que habitualmente acuso a mis alumnos, que no es otro que entregar un escrito sin haberse tomado la molestia de releerlo con detenimiento. Una sintaxis incorrecta manifiesta pereza intelectual. Disculpas a todos por ello.



Pero lo cortés no debe quitar lo valiente. Como valientes son las trescientas personas que convocadas por el colectivo Pobreza Cero se concentraron el viernes en la Plaza del Castillo de Pamplona en el día contra la pobreza. Y valiente es, sin duda, la obra del economista J. Sachs titulada El fin de la pobreza. Cómo conseguirlo en nuestro tiempo. Precisamente la cabecera de este blog ha tomado prestada una frase que, a mi modo de ver, es un resumen perfecto del libro. Somos la primera generación que está en disposición de acabar con la pobreza.

Me gusta Sachs. Y me gusta porque tiene algo de rara avis en el corral de la economía académica. Un examen rápido a las últimas publicaciones de economía, permite comprobar que la cuestión de la erradicación del hambre y la pobreza extrema ocupan, sin ser completamente soslayados, un lugar bastante marginal en los debates económicos. Por eso, el que un profesor de Harvard, con una dilatada carrera como asesor económico en países del tercer mundo, se anime a analizar el problema con el instrumental científico económico disponible y, lejos de utopías, proponga soluciones factibles al mayor problema de la humanidad, me parece motivo suficiente para tomarse la molestia de afrontar su lectura. De ahí que el propósito explícito y confeso de esta entrada sea animar a esta tarea. Aunque haya quien lo tilde, junto a otro grande, J. Stiglitz, de economistas mediáticos.

La tesis básica del libro es que el desarrollo económico no es un juego de suma cero. Es decir, las ganancias de unos jugadores no conllevan necesariamente las pérdidas de otros. El desarrollo es un juego en el que todos pueden ganar. Yo añadiría, colocándome en el terreno de la economía normativa, en el que todos deben ganar. La prosperidad y el bienestar se propagan a través de la transmisión de tecnología. Por eso, más importante que contar con determinados recursos nacionales es la capacidad de aplicar ideas innovadoras, basadas en la ciencia y en su correlato práctico, la técnica..

La razón última del crecimiento radica en la capacidad de algunas regiones del mundo de lograr incrementos duraderos y sin precedentes de su producción total. La tecnología, y no mano de obra barata de los pobres, ha sido el motor que ha impulsado los crecimientos de rentas del mundo rico. Las conclusiones son esperanzadoras. A las actuales regiones rezagadas se les presenta una posibilidad razonable de obtener beneficios producto del desarrollo tecnológico.

Los objetivos del milenio han de ser contribuir a fomentar sistemas políticos que promuevan el bienestar humano y sistemas económicos que extiendan los beneficios de ciencia y tecnología a todas las regiones del planeta. De igual modo, es necesaria la cooperación internacional como medio para garantizar la paz perpetua (termino acuñado por Kant).



Este breve bosquejo no hace justicia al trabajo de Sachs. Tampoco era mi intención. Sólo trataba de aprovechar el "chute" de optimismo que me ha aportado su libro. Sin caer en bienintencionadas utopías, con los pies sobre el suelo, puede afirmarse sin sonrojo que otro mundo es posible. Y deseable.

jueves, 16 de octubre de 2008

Los años que vivimos peligrosamente

"Si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír" (G. Orwell)

Cuando decidí poner en marcha este proyecto virtual, persuadida por el buen hacer de mis compañeros Daniel Sánchez y Joaquín Urízar de cuyos blogs me confieso admiradora, pensaba que la mayor dificultad sería encontrar diariamente temas interesantes.

Aunque aún es pronto para echar las campanas al vuelo, he comprobado que precisamente lo que escasea es el tema. El problema estriba en que las características del medio, la audiencia a la que va dirigida y mis propias limitaciones motivan que pase por importantes cuestiones como elefante en cacharrería. De forma tan grosera que haría sonrojarse a mentes más sutiles que la mía. Pido disculpas por ello.

Excusatio non petita, accusatio manifesta aseguraban los medievales. Traigo a colación esta sentencia porque el tema en el que me he enfrascado con los alumnos de 1º de Bachillerato excede con mucho mis posibilidades. Pero podría decirse que es el tema. Al menos el del momento. No voy a mantener más la intriga. Hoy he comenzado a explicar los dos grandes sistemas económicos del siglo XX: la economía de mercado y la economía de planificación centralizada.

La primera advertencia que hay que hacer es que para preservar la simplicidad de la explicación se habla de dos y no de enésimos sistemas económicos. Entre el estadounidense y el de la antigua Unión Soviética hay un continuo de interpretaciones y de mezclas que dificulta encontrar en la realidad lo que en los manuales se describe con tanta precisión. Además, los acontecimientos de los últimos días, con el comentadísimo plan de rescate firmado por Bush, -una intervención en toda regla-, desdibuja aún más la aparente nitidez de los extremos.

Nuevamente, me veo como un elefante caminando por una tela de araña. Pero es necesario hacer un poco de historia. La Revolución Rusa de 1917,- inspirada en las ideas marxistas tamizadas por la interpretación de su epígono, Lenin, -se desencadenó cuando el país acababa de completar las primeras etapas de un proceso de modernización económica que comenzó a finales del XIX. Diez días que estremecieron al mundo es el título del libro que el norteamericano J. Reed escribió entre los años 1918 y 1919, en caliente. Fue prologado por el propio Lenin, quien lo recomendó a todos los obreros del mundo. La contrarréplica habría que buscarla en Rebelión en la granja de G. Orwell, fábula altamente recomendable que, de forma original y crítica, recrea este episodio histórico.

El estremecimiento no fue pasajero: se extendió desde la revolución bolchevique a la caída en 1989 del muro de Berlín. En estos años, se materializó un sistema económico completamente nuevo: el socialismo. Su peculiaridad radicaba en que la propiedad colectiva sustituía a la propiedad privada (origen de las desigualdades según Marx), y la planificación reemplazó al mercado como medio de asignar los recursos.

La virtud de la revolución soviética, con todas sus enormes sombras (sobre todo en la época estalinista y sus tristemente famosos campos de concentración, los gulags), radica en cómo marcó la evolución de otros países. En el capitalismo la desigualdad no es un problema, sino más bien un punto de partida, y los perjudicados por esa situación vieron en la URSS un apoyo y una alternativa. Sin la revolución rusa no se hubieran alcanzado buena parte de las conquistas sociales de los trabajadores de los países capitalistas ni las aspiraciones de independencia de muchas colonias. El coste de oportunidad fue, sin duda, la mengua de libertades, que, sin embargo están presentes en el sistema de economía de mercado. Igualdad adversus libertad. Nuevamente, ya tengo tema.

¿Especialización o diversificación? La eterna cuestión

"Un ser humano debería ser capaz de cambiar un pañal, planear una invasión, despiezar un cerdo, ensamblar una barca, diseñar un edificio, escribir un soneto, hacer un balance, levantar una pared, expresarse en otro idioma, remendar un hueso roto, confortar a un moribundo, obedecer órdenes, dar órdenes, cooperar, actuar en solitario, resolver ecuaciones, analizar un nuevo problema, esparcir estiércol, manejar un ordenador, cocinar una comida sabrosa, sufrir con entereza y luchar eficientemente.La especialización es para los insectos"
R. Heinlich. (Tiempo para amar, 1973)

¿Especializarse o diversificar? Probablemente sea la cuestión. Más o mejor. Cantidad de tareas o calidad en las tareas. Estos han sido tradicionalmente los términos de la alternativa. Una prueba más de que el lenguaje juega un papel fundamental en nuestra forma de hacernos con la realidad. Hasta el refranero añade su granito de arena para inclinar la balanza hacia la especialización. "Quien mucho abarca poco aprieta".

Pero si la falaz disyunción se plantea en otros términos, la decisión no es tan sencilla. A la cita que da paso a esta entrada me remito. El hombre del renacimiento adversus el especialista del siglo XXI. Da Vinci o B. Gates. ¿Vivimos en la era que Max Weber caracterizó como propia de "especialistas sin alma y vividores sin corazón"? Sin duda, son cuestiones interesantes y apetecibles que, como habrás intuido, querido internáuta, reservaré para otra ocasión.

En segundo de Bachillerato estamos analizando el proceso de crecimiento de la empresa, entendida a modo de un ser vivo que tiene que adaptarse a un entorno en ocasiones hostil y siempre turbulento (a las pruebas me remito). Las semejanzas con la teoría de la evolución de las especies son innegables. La supervivencia está reservada para las empresas más fuertes: las que desarrollan estrategias que les permiten adaptarse a todas las vicisitudes que les depara el entorno. En este proceso de crecimiento sostenido y llegadas a un punto de desarrollo necesario las empresas deben plantearse la cuestión que da título a esta entrada. ¿Especializarse o diversificarse? ¿dónde buscar las ventajas competitivas? Incidir en lo que se sabe hacer y aprovechar el efecto experiencia y las posibles economías de escala alcanzadas en la producción de los bienes habituales o la certeza del suelo firme que supone un mercado conocido o, por el contrario, lanzarse a la aventura y apostar por nuevos productos o mercados. ¿Qué es mejor? De nuevo, las trampas del lenguaje. La pregunta no es correcta o al menos no es completa.

Pero la discusión del porqué la dejaré para otro día. Cuando mis alumnos de 2º de Bachillerato hayan reflexionado con calma. Cuando aporten datos y razonamientos. Hasta entonces, pues.

martes, 14 de octubre de 2008

¿Entre pillos anda el juego...?

"El género humano tiene, para saber conducirse, el arte y el razonamiento" (Aristóteles)

Tras la resaca de las celebraciones de ayer, vuelvo a la carga. Y lo hago con un tema que me parece interesante en la medida en que es objeto potencial de distintas disciplinas. Pero no quiero adelantarme a los acontecimientos. Todo discurso posee sus propias reglas y siempre he odiado a los que comienzan a hablar de un libro revelando su final.

Cuando este año revisé la nueva edición del libro de 1º de Bachillerato, descubrí que en el primer tema, además de hablar del objeto de la economía, se dedicaba un epígrafe al estudio de algunas falacias “clásicas”. No oculto que me brilló el colmillo. Por fin. No concibo cómo se puede iniciar a alguien en el estudio de una ciencia, sin explicarle previamente cuál es su objeto y la metodología que le es propia . Pero no es menos importante, advertirle del tipo de razonamientos que pretenden colarse de matute entre sus filas. Como si del lobo feroz que enseña su patita burdamente pintada de blanco se tratase. Que pretende burlar a los ingenuos que abren las puertas del edificio erigido por el razonamiento económico. Es posible encontrar criterios de demarcación; líneas que establecen la frontera entre los razonamientos que son de recibo y los que no lo son. Higiene intelectual, en última instancia.

Los filósofos de la ciencia han escrito ríos de tinta (metáfora algo obsoleta, lo reconozco) acerca de estas cuestiones. ¿Cómo distinguir los razonamientos que son científicos de los que sólo son falsedades disfrazadas de ciencia? Tema apasionante que ha ocupado a mentes poderosas del siglo XX como Popper, Kuhn, Feyerabend, Lakatos, pero que no voy a abordar en estas líneas. Simplemente los menciono como posibles y futuros caminos por los que transitar. Es necesario volver al hilo de mi discurso que había comenzado haciendo referencia a las falacias.

Siempre es conveniente aclarar los conceptos. Qué queremos decir cuando decimos lo que decimos. Aunque suene a trabalenguas. El diccionario de la RAE define ‘falacia’ como “engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a otro”. La lógica, entendida como la ciencia de la argumentación racional, la considera como “un razonamiento aparentemente lógico en el que el resultado es independiente del valor de las premisas”.

Después de aclarar el concepto, voy a centrarme en una falacia que los alumnos de 1º de Bachillerato conocen bien. Keynes, uno de los más grandes y perspicaces economistas del mundo conocido, la llamó “falacia de la composición”. Consiste en concluir equivocadamente que una propiedad o comportamiento que beneficia a determinadas partes de un colectivo, beneficia (o no perjudica) al conjunto.

Es obvio,que los tradicionales y en ocasiones entrañables gorrones, o free-riders en la jerga económica, incurren, en cierta forma, en la falacia de la composición. El razonamiento de un gorrón tiene más o menos la siguiente forma: “Puedo escaquearme de pagar en el bar, porque es imposible que todos dejen de hacerlo. Si me comporto de esta forma, seré el más beneficiado. Soy sin duda el más listo”. Como es evidente, si todo el mundo se comportase de esa forma, nadie podría disfrutar de la velada. Los gorrones son, por tanto, unos aguafiestas en potencia.

Más allá de lo anecdótico, el gorrón plantea una interesante cuestión: ¿es posible alcanzar el bienestar general si todos nos comportamos como free-riders? M. Olson en The Logic of Collective Action, un libro publicado en 1965 y que hoy se ha convertido en un clásico, intenta dar respuesta a esta pregunta. Aun a riesgo de caer en la simplificación, su tesis consiste en afirmar que el problema del gorrón es la consecuencia de la miopía de buscar el máximo beneficio particular, cuando el resultado de la acción y, por tanto, el potencial beneficio depende paradójicamente de que todos actúen de forma coordinada.

Cuando un futbolista busca su gloria personal y se olvida de que pertenece a un equipo, lo que pone en riesgo es, precisamente, la consecución de lo que persigue: su momento de gloria. Olvida que los verdaderos artífices de su éxito particular son, en el fondo, sus compañeros.

Si todo el mundo decide unilateralmente evadir impuestos, el beneficio colectivo que podría obtenerse de las obras públicas se esfuma. La teoría de juegos es una herramienta útil para describir problemas de acción colectiva relacionados con los bienes públicos. Pero ése es otro tema.

De su estudio depende, en parte, que entre pillos no ande el juego.